viernes, 22 de junio de 2012


Por qué se puede terminar una relación muy, muy larga???

Razones pueden haber tantas como personas y eso elevado a la potencia de nuestras sensibilidades.
En mi caso, fue la falta de comunicación como inicio, (que imagino le pasa a un buen número de parejas) y eso se ahondó con prioridades diferentes, más bien el orden de esas prioridades. Para él era trabajo, amistades, familia, tiempo para el mismo (gimnasio, piscina, viajes, etc) y luego yo. Al principio era el trabajo, familia, yo, amistades y luego para él mismo.




Para mi fue desde el inicio como para él al principio; eso compartíamos, sin saber, sin pensarlo. El tránsito paulatino, por la monotonía de la rutina, nos hizo dejar de percibir como nos afectaba.
Debo aclarar que esa relación fue puertas afuera. Él vive con sus papás (en estricto rigor, sus padres viven con él). Me parecía que era lo que correspondía en retribución que son buenos papás.
Por lo tanto, como vivo solo, mi dpto. era o debía ser nuestro refugio.
Quizá, lo siguiente, fue un error. Siempre acepté con gusto ceder, porque lo justificaba por trabajar más que yo, que debía colaborarle en algo y que mejor que apoyarlo, estimularlo y no hacer problemas por falta de tiempo, total yo me daba cuenta que a penas tenía un tiempito, me visitaba. Compartíamos el salir de compras, llegar a mi dpto a prepararnos algo de comer, ver una película, abrazados y a mitad de la película nos calentabamos, nos desnudábamos en el living y terminábamos con buen sexo en el dormitorio o nos ibamos por el finde a mi cabaña en la playa (eso da para otro posteo que haré más adelante).
Teníamos esos momentos de fin de semana en que eran algo románticos, relajados, con silencios cómplices, íntimos, en una palabra maravillosos. En nuestra rutina diaria nos hablamos en algún momento por teléfono.
Como yo soy del sur, mis amistades están allá y él no tenía grandes amigos acá, aunque por un período se comenzó hacer amigo de un muchacho un poco menor, que yo conocí porque trabajábamos juntos y que me pareció súper bien que tuviera un amigo, pero cada vez se fue acercando más a él y alejándose de mi. Yo traté de darle los espacios, pero cuando me comencé a sentir desplazado, lo encaré e hizo una pataleta y se fue a pasar las vacaciones de un invierno con él. Volvió y sin ninguna explicación. Luego porque me pedió ayuda con su notebook me di cuenta que tenía una carpeta con un montón de fotos que se habían sacado, pero que no me había mostrado y cuando le pregunté, me dijo que eran el recuerdo de unas muy buenas vacaciones que había pasado. Plop!!!....
Comenzaron a salir juntos, iban a comprar juntos, etc.
En pocas palabras me pescó poco y nada por unos meses.
En una opotunidad, estábamos en una sala en donde nos reuníamos todos a tomar café y lo escuche hablar por teléfono, se dio cuenta y de repente, me pide si lo puedo acompañar para pasar a buscar a sus papás. Yo accedí, no sabía a qué o dónde iba. Una vez los 4 arriba del auto se detiene en un edificio nuevo de departamentos que estaban a la venta; habla con la ejecutiva y ella le dice: “vienen a decidir cual?”, sí! le contesta mi “pareja”. Nos hacen el recorrido y pide mi opinión casi por cumplir con la regla de buena educación, mal que mal, me había pedido que lo acompañara. Plop!!!... Again.
Nunca supe que tenía la intención de comprar departamento. Esto se repitió para cada cosa que hacía (con cambio de autos, viajes y otros).
Esas cosas, que son justo al revés de cómo yo las hago, porque ante la idea o intención de hacer algo, le consultaba que opinaba, me diera su punto de vista, los pro y contras para debatir al respecto.
Por lo tanto, fue un balde de agua fría, para mi. Triste y doloroso que no compartiera proyectos tan importantes con quien se supone uno comparte todo (al menos hasta esa fecha lo creía así).

Hubo un momento en el cual, viendo una película recientemente, llamada “500 días” en donde muestran que cuando uno está enamorado ve lo que quiere ver, sólo lo bueno o que uno lo ve como si fuera bueno; pero la realidad está despojada de todo romanticismo y amabilidad.
Eso fue lo que me pasó, me di cuenta que quería ver sólo lo bueno y lo malo lo justificaba o lo disculpaba.
Es una persona de muy buenos sentimientos y eso lo sobrevaloro en demasía.

Comenzó a trabajar en otros lugares y se hizo de un buen grupo de amigos. Me dije espero no volver a pasar por lo de su amigo anterior, (que entreparéntesis no prosperó, porque a poco andar de esa amistad, fue traicionado a sus espaldas. Y volvió con el rabo entre las piernas.
Yo, con mi consigna “siempre ahí”, lo recibí como si nada [otro error]).

Me preguntó cómo me veía en esta relación?: andante, pololos, novios o matrimonio. Le dije que casi como matrimonio. Gran error.
En este punto es donde hizo el último cambio en sus prioridades y se distanció. Parece que lo asusté.

Un amigos que nos conocen a ambos y que sabían que eramos pareja, me preguntó cómo están juntos si son tan, tan diferentes. Eso después de reunirnos en casa de unos amigos y excompañeros de trabajo, hablamos de un montón de cosas, pero los temas que a él le gustan yo no opinaba, porque no tenía nada que decir (ej: los pormenores de los realities o farándula) y viceversa (por ej temás esotéricos, sociales o arreglar el mundo).

Ahí me terminó por caer la teja, me pregunté ¿Qué teníamos para compartir como pareja? Amistades, NO. Intereses, NO. Salidas, NO. Temas de conversación, NO. Buuuuuuuhhhh!!!!!!!!!! Estoy puro weviando, me dije. Hablé con él y le expliqué todo lo que veía y que yo ya no iba hacer nada para seguir tirando la carreta de esta relación. Si él quería y tenía la intención de jugársela por la relación que lo hiciera, pero voy a dejar de ser el huevón o mejor dicho ahuevonado que fui.

Y me desaparecí, dejé de llamarlo, de visitarlo, de hablar con sus papás (que siempre los llamaba, para saber cómo estaban o típico después de cada temblor, porque les asustaban; debo decirlo fueron como papás para mi y los quise muchísimo, y ellos creo que igual), de whatsappiarlo, de mandarle mansajes, e-mails.

Qué creen que pasó………(no al principio).

Me empezó a visitar más seguido, me invitaba a salir, a comer, al cine (fue pelea), a pedir pizza al dpto., comida china; como lo hacíamos hace tiempo atrás.
Antes, siempre le bajaba la calentura hasta que se transformó en un fanático del ejercicio. Después, si yo no estaba en pelota, no pasaba na.
Cuando no quería, lo convencía que al menos nos pajearamos mutuamente. Sip, soy caliente y pajero (también da para otros posteos), jajaja.

Todo esto, todo, todo, se repitió al año siguiente, exactamente igual. Conversación (a estas altura, ya no peleo), sentimientos, dirección de la relación, quien la tira, roles y dinámica de la pareja, todo.

Bueno, eso hasta que llegaron sus vacaciones, ni despedida ni encuentro caliente, ni besitos, ni nada; perdón si fue una comida en donde no me habló. Después de eso le mandé, para el día de los enamorados, un mensaje de WhatsApp: ”No me olvides, yo no lo hago.” que me respondió: “eres muy importante en mi vida” y sería todo.

De eso ya medio año.

Un buen amigo me señaló que debía darle un término a la relación, para pasar por las etapas necesarias del duelo, pero la verdad es que siento que está todo doblemente dicho.


Debo revisar los detalles de esta relación para aprender de ella y no cometer los mismos errores.

Creo que llevo más de un año terminándola, porque después del primer distanciamiento, no volvió a ser lo mismo.
Hace poco, una persona que nos conoce a los 2 por separado, me decía es tan buena persona (mi ex), pero tan pendejo, no se pueda hablar nada en serio con él. Ups!!! Eso era!!!!!, y yo no quise o no pude verlo; tan simple, tan obvio. Que me impidió verlo antes? Sería de: tan enamorado??? O sólo acostumbrado?? O no querer estar solo??

Bueno, por ahora disfrutaré de la libertad e independencia de la soltería sin compromisos. No buscaré, porque sé que en alguna parte está mi media naranja y quien sabe cómo, cuándo y dónde aparecerá……

(fotos de un viaje que hicimos juntos)

Gracias por su tiempo y escríbanme su ideas u opiniones
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Un abrazo

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